- ¿La encontraste? - le pregunté
- No. Disculpame. Vas a tener que bajar vos.
- Pero... ¿vos buscaste bien?
- Sí, nena, busqué bien. Por eso te digo que bajes vos y te fijes.
- Ok... ¿venís conmigo?
- No puedo. Tengo que quedarme aquí. Mirá si llega mientras vos estás ahí buscando.
Yo lo miré con odio.
-Los dos sabemos que es imposible que eso pase - le contesté.
Él no me dijo nada. Yo tenía ganas de llorar.
- Bueno. Voy a bajar. Pasame una linterna, que no veo nada.