jueves, 30 de agosto de 2012

Ganas que gano


Tengo ganas de quemar mis antiguos diarios. O quizas tirarlos echos pedazos al río.
Tengo ganas de irme bien lejos, a algún lugar donde nadie me conozca, encontrar un amante que me hable en francés, y salga a caminar conmigo por la ciudad inhóspita.
Tengo ganas de escuchar música noventosa en bares de mala muerte, sin preguntarme que hago ahí, si estoy en donde quiero.
Tengo ganas de saltar encima tuyo, como tigre en celo. Tengo ganas de largarme y que alguien me ataje. De correr por un campo de girasoles en Toscana.
Tengo ganas de reírme a carcajadas debajo de una tormenta de verano.
Tengo ganas de bailar hasta que me duelan los pies, hasta que se haya estirado cada vértebra de mi columna. De comprarme una bolsa de gomitas y jugar a embocártelas en la boca.
Tengo ganas de ir a ver una banda de hardcore punk, que jamás me gustó, algo bien pesado y bien hecho, mientras tomo alguna bebida horrible como vodka puro, que me haga arder la lengua y me despeje las vías nasales.
Tengo ganas de sentarme en el suelo y tener una de esas charlas interminables con una amiga del alma.

Tengo ganas de virar de vuelta, de tirarme al vacío, de girar rápidamente. Y después detenerme. Y que el viento y el agua me besen la cara. Y yo sonría, feliz.




lunes, 27 de agosto de 2012

Porque sí


Porque sí, porque quiero. Porque me quedé pensando en la foto del post anterior.
A los que tengan ganas de leer, les regalo la historia de Bob y Joan.

 

Vi a Bob por primera vez en 1961, en Gerde’s Folk City, Greenwich Village. No resultaba muy imponente. Era como un paleto de ciudad, con el pelo por las orejas y rizos en la frente. Tocaba la guitarra que le empequeñecia. Llevaba una chaqueta de cuero oxidado dos tallas pequeñas, tenia mofletes de niño pero boca asesina: suave, sensual, infantil, nerviosa y reticente. Mas que cantar escupia las canciones. Eran originales y frescas, aunque crudas y desgarradas. Era absurdo, era nuevo e indescriptiblemente mugriento.


Cuando acabo su actuación, me lo trajeron a la mesa y se inicio el histórico evento de nuestro encuentro. El me miraba nervioso, murmurando palabras corteses y sonriendo con gesto divertido. Yo bebia mi “Shirley Temple” a pequeños sorbos, sintiéndome como la vieja reina madre de la música folk. Era indudable que este chico era excepcional y tenia el don de llegar a la gente, pero a mi apenas empezaba a llegarme.

De regreso a Big Sur, unos amigos de la costa Este me dijeron que Big Albert (Grossman) se había puesto en contacto con Bob y que en los medios folk no se hablaba sino de que Bob iba a ser una “bomba”, “una bomba mayor que Elvis Presley”. Estáis locos, fue mi respuesta, pensando que aquel tipejo mugriento que rezongaba y vociferaba sus canciones en tono nasal.


El astroso hotel de Washington Square costaba doce dólares la noche. No tenia servicio de habitaciones y su clientela se componía de drogadictos, camellos, transexuales, alcoholicos y otra escoria de las calles de Nueva York. A mi me hacia sentirme Beat, y a Bob sentirse como  en casa. Compre a Bob un traje negro que casi era de su talla. El se resistio, pero claudico ante una camisa blanca y glorioso colofón , unos gemelos de pedruscos violeta opacos. Yo estaba enamorándome.



Nos hacían una entrevista en la habitación, y nos preguntaban por nuestras respectivas carreras. Tal vez aquella tarde me sentí mas cerca que nunca de Bob: sus ojos eran tan viejos como los de Dios, y el era tan frágil como una hoja de invierno. Era como un niño endomingado gesticulando nerviosamente en el sofá con chaqueta grande y gemelos nuevos y yo era la mama. Pero también su hermana mística y compañera de protesta. Viviamos un mito, una vida Bohemia en el Village . Paseabamos por las calles barridas por el viento y desayunábamos por la tarde en el MacDougal Street.




Vendrían tiempos en los que cantaríamos juntos, reiríamos juntos y haríamos el loco juntos, hablaríamos, iríamos al cine, iríamos en moto, dormiríamos, pero después de aquel día del Village, seria como si, lentamente fuéramos saliendo del ojo del huracán, arrastrados a la turbulencia y al primer paso, el viento arrancaría su mano de la mía. 


He sido condenada.

Aquí viene tu fantasma otra vez.
Pero no es algo inusual,
es porque hay luna llena.
Y tú me llamaste.
Y aquí estoy sentada,
cogida al teléfono,
escuchando una voz caer en picado.
Una voz que conocí
hace un par de años luz.

Recuerdo que tus ojos
eran más azules que los huevos
que pone un petirrojo.
Y me dijiste que mi poesía era pésima (...)
Los dos sabíamos lo que los recuerdos nos podrían traer:
diamantes y herrumbre.



Memorias de Joan Baez - 1987



Post dedicado a Cristián. Y lo demás, está de más.


jueves, 23 de agosto de 2012

La foto del día

Joan Baez &Bob Dylan


Urgando en Pinterest, encontré esta foto. No sé que me fascinó de ella. Quizás la espontaneidad. Quizás un alivio de saber que hubo gente antes que no vivió su relación para colgarla en Facebook (tampoco existía en esa época). Quizás una pequeña esperanza. 
Biológicamente hablando, somos jóvenes por un corto período de tiempo. El tiempo nos enseña quién es quién.






You and me are floating on a tidal wave... together

domingo, 19 de agosto de 2012

Sweetest thing

La canción fue escrita por Bono para pedir disculpas a su esposa, Alison Hewson, por haberse olvidado de su cumpleaños durante las sesiones del álbum The Joshua Tree . A petición de Alison, la canción fue utilizada para recaudar fondos para la organización humanitaria que se encarga de los niños de Chernóbil.

Ain't love the sweetest thing?

Una de Edie para el domingo.


Ni siquiera hay que tratar, cuando en realidad sabemos que todo llega. Y después se va. Y después vuelve. Y así es...






jueves, 16 de agosto de 2012

Pelifrases - Parte I

A pesar de los días interminables y el cansancioooo terrible de levantarse a las 6:30 am, las horas de ensayo y cursadas académicas, este blog no se rinde, no señor!!! Seguimos actualizando porque nos gusta y por toda la gente linda que pasa por aquí. =)

Hoy les dejo frases de películas que nos regala el groso de Jorgito Farall. 

No pondré a qué película pertenecen... los reto a adivinar!!! 

Disfruten, viva el cine, dejemos nuestras obligaciones y veamos películas hasta morir!!!!!




1


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9


10



Rocanrol! :D  y pelis.

viernes, 10 de agosto de 2012

Chico equivocado V

Lo encontramos con la cabeza detrás de un libro. Decía "La debilidad de creer", de Michel de Certeau. Hubiera reconocido en cualquier lado esos rizos desordenados. 
- Mirá - me codeó D. - mirá quién está ahí. 
- Ummm
-¿Qué vas a hacer? ¿Lo vas a saludar?
- No... no. Vamos nomás.
- Ay che!! Pero si vos no hiciste nada... ¿que onda? Dale, andá saludá. 
- No es por eso, no tengo ganas. Ya está - dije y agarré el libro que tenía ella en la mano para guardarlo.
- ¡Pará! - me retó - no lo guardes, lo estoy viendo. Ejem, ejem - tosió ella.


A esas alturas, chico equivocado bajó el libro y levantó la cabeza. Mi amiga, que antes estaba tan interesada en su libro, se fue bien lejos a mirar películas. Nos saludamos. Charlamos. Te llamé hace como una semana, me dijo. No atendías. Estuve ocupada, dije yo. Lo de siempre. Él se quedó callado. Yo me quedé más callada.
Después sonrió. Me preguntó si iba a ver a Pedro Aznar. Le dije que sí. Hubiera querido hablarle de algo más, pero nuestros silencios nunca fueron incómodos. Hasta que dijo:- Hubiera estado bueno ir juntos. Para eso te llamé. 

Yo no dije nada. Después agregó sonriendo como si se acordara de algo gracioso: 

- Ah y... la próxima vez que me dibujes, haceme un poco más alto.
Dejó el libro de De Certeau en el estante.
- Jaja... - dije yo.
- Jajaja - dijo él. Después me miró fijamente. Todavía sonriendo.
- Fue un gusto verte - agregué yo, que quería disparar a la sección de películas más rápido que el correcaminos.
- Igual, Emi. Cuidate che... y...
- Dale. vos también. Nos vemos, chau.


Y eso fue todo. No me quedaron ni ganas de dibujar. Pero basta con que sepan que chico equivocado es alto. Bien alto.




sábado, 4 de agosto de 2012

De encontrarnos





Hace unos meses, nadie se atrevía a bajar ahí. Pero yo lo hice. Fui, volví. Tuve miedo y lo enfrenté. Y ahora soy más yo misma que nunca.
A veces no entendemos lo que escribimos, pero hay ciertas cosas que escribimos, que como algunos sueños de los que nos acordamos después, resultan ser premonitorios. Nos ayudan a dar un sentido a lo que nos pasó y nos pasa.

Me costó mucho entender que todo lo que pasó fue necesario. No sirven los cuentos rosas. Yo prefiero... violeta profundo. Encontrarse con la podredumbre misma, y salir de ahí fortalecida. Ser valiente. Y también no serlo. Somos virtud y debilidad. Somos lo que todo el tiempo está comenzando. Y lo que tenemos que dejar morir, también. 



viernes, 3 de agosto de 2012

Coraline y la puerta secreta (2009)




Algo que muchos cinéfilos no saben respecto a The nightmare before Christmas, es que el único Burton en esa película es Richard Kent Burton, que es el animador de stop motion. Tim Burton fue el productor y el escritor de la película, y su director fue en realidad Henry Selick. Unos diecisiete años después, Henry Selick dirigió Coraline, una de mis películas preferidas y a la que dedicamos nuestro post de hoy.  :)


Para empezar, he de decir algo muy importante: Coraline no es una animación para chicos. No es una película infantil (de hecho los papás tuvieron que levantar a sus nenes de las butacas y llevárselos, porque se asustaron); es una película exquisitamente diseñada para una persona adulta, factible de muchas lecturas.
Es más, les aseguro que me produjo una desesperación casi al final, ¡casi propia de un buen thriller!




Cuando algo es demasiado bueno para ser cierto, muy probablemente no lo es. Eso primero. Y segundo, el escapismo frente a la disconformidad con nuestras circunstancias actuales, pueden llevarnos a circunstancias un tanto desfavorables, como le sucede a nuestra amiga Coraline. 





Coraline, tratándose de una chica pequeña, es bastante inteligente para su edad. Despierta, sarcástica y súper malhumorada. Un cóctel genial para una historia entretejida de vecinos extraños, rumores de muñecas que se parecen a sus amos y que después misteriosamente desaparecen. Y además, con botones en lugar de ojos.






Totalmente decepcionada de sus padres que no le prestan atención y del nuevo lugar donde vive, Coraline descubre una puerta. Detrás, están las mismas cosas que dejó... pero en su versión mejorada. Una casa más linda, un jardín de ensueño, los mejores padres.




Pero, no todo lo que brilla es oro dicen. Su madre (la bruja) , encantadora a primera vista, con ojos de botones, le ofrece quedarse para siempre en el mundo de detrás de la puerta secreta... a cambio de sus ojos. En su lugar, ella coserá botones.




¿Podrá escapar Coraline del acoso de la bruja? ¿Conservará sus ojos, que le permiten ver más allá de lo aparentemente real? ¿Podrá ayudar a las antiguas víctimas de la bruja?




Y mientras descubren si Caroline Coraline se queda o no en el mundo que la bruja creó para ella, permítanme decirles además que este tipo de animación (stop motion) es mi preferido, y me volví francamente fanática de la peli.


Las frases, sobre todo las del gato del amigo de Coraline, son de gran sabiduría (de verdad) =P  
Tampoco dejaré de mencionar la increíble atmósfera lograda con la banda sonora compuesta por el francés Bruno Coulais.






"No es un hecho científico, pero oí, que un nombre común como Caroline hace que la gente tenga expectativas comunes sobre una persona"




buen finde, gente bonita =)
                                                                                                      * Emilie