A veces me pasa que
me acuerdo de pedacitos de canciones, o de poesías, o de películas. Y paso
semanas buscándolos, pensádolos. Pero a veces me olvido donde los escuché, o
los leí o los ví y es una sensación un poco molesta. En el momento en que no
estoy pensándolos, el recuerdo me vuelve, como ahora con dos pedacitos de
letras que estuve buscando por días.
Quiero ponerlos aquí... no vaya a ser que los pierda otra vez.
Pedacito 1 - de la canción de Luis Alberto Spinetta, "Sin Fin"
Alguna vez, querida
mía te pregunté, por un rayo que viste en la avenida.
Hoy ví
uno igual, aunque es mejor...
y presiento que el tiempo nos mira.
Acércate,
sin acercarte, como un puente que salte la
distancia.
Y al
esperar, cuando ya no estás...
nena veo que me cae el mundo a mí.
Desanda
el día, para encontrarnos. Pregúntate, por las luces que viste en la avenida. Y no sé si al entender,
encierro tu alma, con mi dulce atención eterna.
Preparate,
que el anochecer, se hace aliado
de todas, todas nuestras heridas.
Descálzate
ya, con tu soledad...
y que
las horas no atrapen
tus
alegrías,
que
han de seguir,
como
la vida.
Y al
esperar,
cuando
ya no estás...
nena
veo que,
me cae
el mundo a mí...
y es
que además,
te
agarraste el sol...
y no
sé si al entender,
me
libro del cielo,
y de
aquella canción sin fin...
Pedacito 2 - del libro de Leo Buscaglia, "Vivir, amar y aprender" (página 18)
¿Recuerdan a Medea, la de la tragedia griega? En esa notable obra, cuando todo se ha perdido el oráculo le pregunta: "Medea, todo ha sido destruido, ha desaparecido todo, ¿qué es lo que queda?" Y ella responde: "Quedo yo."
N. del A: Frente a todos los pronósticos de catástrofe, este blog
continúa. Igual que yo.