martes, 2 de diciembre de 2014

Momentos estúpidos




Todos tenemos esa ineludible obligación de hablar de cosas interesantes en nuestros blogs. Es como si existiera alguna clase de contrato (superyoico) de ser buenos en nuestros posteos y hablar de cosas que puedan resultar interesantes para nosotros y quienes nos lean.
Hoy voy a escribir acerca de dos cosas para nada interesantes y más bien estúpidas.



Número 1: La película “El diablo metió la mano”



Marín Zariello dice en una entrevista, respondiendo a la pregunta de cuál es su idea de la felicidad absoluta:

Compartir tiempo con mi novia, no trabajar, escribir, leer a Borges, escuchar música con auriculares, discutir sobre Charly García y sus diferentes etapas, tomar Coca-cola en lata, encontrar una librería con libros usados y geniales a un precio irrisorio, bajar discografías enteras de bandas que nunca voy a escuchar, ver una película de terror malísima mientras llueve, encontrar asiento en el colectivo. Algo de eso cada tanto pasa, todo eso junto sería la felicidad absoluta.

Bueno, coincido ampliamente con su idea de felicidad absoluta en un montón de cosas excepto en tomar Coca Cola, que no me gusta (prefiero Sprite). Otro día hablaremos más de Zariello. Ahora hablemos de las películas de terror malísimas.

Realmente se puede perder tiempo – o ganar bienestar – viendo una de estas películas en las que el humor marca la pauta frente a situaciones que se supone tendrían que asustarnos. La idea de Scary Movie ya fue antes desarrollada – sin querer queriendo – por películas como Leprechaun, Candy Stripers, House of Wax (pésima) y mi preferida: Idle Hands.
¿A quién no le gustan las películas con zombies? Y más si nos encontramos con Devon Sawa, tristemente célebre por su papel en Casper, cuando el fantasma se hace humano  y  Jessica Alba, una chica que muchos consideran HOT.
La película se trata de una mano malvada que se libera del cuerpo de Devon Sawa (Anton) y hace de las suyas, lo cual me recuerda mucho a un cuento de Dolina que está en El libro del fantasma, de un dedo suelto que anda metiéndose en las narices de los mendigos y otras cuestiones.


Como no es difícil de suponer, la mano endemoniada mata a sus amigos (a los amigos del dueño de la mano, se entiende), que luego reviven como zombies.
La película puede bajarse de Torrent, y es especial para ver en un día de lluvia, acompañados de su novi@, tomando Coca Cola (o Sprite), mientras piensan en libros de precios irrisorios y al otro día se despiertan y se dan con que no tienen que trabajar, y el colectivo que los lleva a Starbucks a tomar un frapuccino caramel mientras escuchan música de The Lumineers en sus ipads tiene 10 asientos desocupados.


Y ya sé que les dije que eran dos cosas estúpidas las que íbamos a tratar, pero yo todavía trabajo, y ahora me llama mi jefe. 



¡Chan!