lunes, 17 de noviembre de 2014

Dos historias cortas sobre ventanas




1        Ventanas Rotas

Había una vez un científico que hizo un experimento para estudiar las causas que incentivan al crimen y al delito. Dejó un auto medio destrozado en un barrio de vándalos, sin patente y en obvias condiciones de descuido, pero entero. A los días no quedaba nada del auto.
Acto seguido, dejó un segundo auto en un barrio de gente instruida en la Universidad, con una capacidad adquisitiva elevada. No le hicieron nada.
A la semana, cuando el primer auto estaba saqueado y el segundo intacto, el investigador hizo algo que cambió el curso de las acciones: rompió la ventana del auto no violentado. Los resultados fueron los mismos que con el auto número uno: saqueos, destrozos y actos de vandalismo.

Cito:
“…no se trata de pobreza. Es evidentemente algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Acá viene lo interesante: un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, desinterés, despreocupación, que va rompiendo códigos de convivencia. Es como una sensación de ausencia de ley, de normas, de reglas, algo así como que “vale todo". Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional”.

A veces pienso que, en el cúmulo de pequeños detalles que conforman un todo, a veces dejamos pasar demasiado tiempo con un vidrio roto, hasta que de pronto vemos que hay una cantidad de cosas sin arreglar… en nosotros mismos. Cada vez que sucede algo y no somos capaces de volver al carril (de arreglar el vidrio roto), se van sucediendo una serie de desperfectos, y cuando nos queremos dar cuenta ya ni nos acordamos a dónde íbamos.

No podemos dejar de cuidar a alguien. Pero tampoco deberíamos dejar de cuidarnos a nosotros mismos. La vida sigue, y es mejor tener el auto en buenas condiciones.



2 Ventanas iluminadas



Había una vez una ventana iluminada a las tres de la mañana. La vio un cronista muy famoso y decidió hacer una nota sobre esas compañías anónimas a horas inciertas. Resultó que yo leí esta crónica justo un tiempo después de que un comentarista anónimo empezó a dejar sus palabras en mi blog. Y me di con una analogía entre esos comentarios que están ahí cuando uno se piensa solo en esta inmensidad de datos que vienen y van, y ni siquiera se entera si a uno lo leen o no. Esos comentarios son esa ventana iluminada a las tres de la mañana. Sabemos que las personas que prenden las luces de las ventanas, y nosotros que pasamos por la calle en ese momento no nos conocemos, pero el sólo hecho de saber que están ahí nos hacen sentir acompañados.


Digo yo:

Hay gente que rompe ventanas. Hay gente que las ilumina. Shakti Gawain dijo que, para provocar que una sombra desaparezca, hay que poner luz en ella.

Gracias por prender una luz, aunque sea a la lejanía, porque hace que me sienta acompañada.
Feliz cumpleaños, Fede.
Keep the Faith.



8 comentarios:

  1. Qué pena que no me dediques un post a mi..


    (sabes quien soy)


    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias emi muy lindo regalo, espero que la luz que encendí pueda hacer que desaparezca alguna sombra. Un beso grande Fede

    ResponderEliminar
  3. La primera es un experimento policial que se hizo en USA.
    De ahí nació la teoría de la tolerancia cero en cuanto a la comisión de infracciones, tanto penales como administrativas.
    Es un hecho real.

    En cuanto a la segunda hace tiempo que me asomo a esta ventana para matar mis demonios.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Qué cosa más bonitas escribes LAURA E o EMILIE L! ( perdóname por como te llamo ya no sé si ponerte el Laura o no, si delante si detrás:))

    Mmmm.. FEDE felicidades! y gracias por tener encendida la luz de tu ventana para EMILIE :-)

    Es verdad que cuando algo empieza a romperse o se ataja el roto o termina destruyéndose lo que sea, lo roto presupone como tu dices desidia, desinterés, si nadie lo cuida ¿ qué más da lo que le ocurra? es como los perrillos abandonados a los que los niños tiran piedras...los débiles desprotegidos, siempre se abusa de lo que parece nadie quiere, lo más desamparado... no solo cosas, ocurre igual con personas, desgraciadamente siempre han mezquinos que si suponen que no hay castigo si tiene oportunidad de abusar, abusan! por eso uno se esconde en las sombras de la noche para hacer daño, suponen van a actuar impunemente tapados por la oscuridad la misma impunidad que usan los anónimos en este mundo :-)


    Muuuuchos besoooossss bonita!


    Aaaah! he dejado un pedazo helado de chocolate con Cortázar de almendras para ti, por si te apetece .. FEDE también tiene pedazo si quiere:-)

    ResponderEliminar
  5. La Maga te extraña, yo te extraño... esta entrada de rayuela era tb un poco para ti, mi querida EMILIE.. sé cuando amas a Cortázar. No pasa nada si no te apetece comentar, solo me preocupa haber dicho o hecho algo mal que te haya molestado, si todo está bien... por mi genial todo! es que te he visto en casa de nuestro amigo Garriga comiendo en su parrilla y me he acercado a darte un beso por si neceitas .. eso para que se te abra el apetito.. aunque no te preocupes yo soy muy flaca y sin embargo tengo energía para parar un tren.. la energía no está en la carne .. esté en el cerebro y el mío es el mar de los Sargazos tooodo vegetación... tengo hiper oxigenación mental:-)


    Muaaaaaaaaaaaaaakss!! gigaaante preciosa!

    ResponderEliminar
  6. Yo también te extrañé. No hay modo de que esté enojada, anduve distraída y llena de cosas estúpidas que me mantuvieron un poco alejada del universo bloggero. Ya volví... y leí tu hermosa entrada. Seguimos hablando por allí!!

    un gran abrazo!!!


    Emilie.

    ResponderEliminar
  7. Yo también te extrañé. No hay modo de que esté enojada, anduve distraída y llena de cosas estúpidas que me mantuvieron un poco alejada del universo bloggero. Ya volví... y leí tu hermosa entrada. Seguimos hablando por allí!!

    un gran abrazo!!!


    Emilie.

    ResponderEliminar
  8. ya te vi allí jaja Muaaaaaaaaaks! subo arriba a ver qué cosas NADA estúpidas me cuentas.

    ResponderEliminar

Sea brutalmente honesto.