sábado, 31 de mayo de 2025

Bendita concentración

 


Hace poco retomé la escritura de un libro que tengo atrasado (si siguen mi carrera entenderán y, sino, da lo mismo) y algo que me ha servido muchísimo fue comprarme un nuevo cuaderno y lindas lapiceras. Lejos de realizar una oda al consumismo; tener un lugar bello donde tomar notas me prende el entusiasmo y una lapicera con un buen trazo predispone de otra manera el hábito de la escritura. (Claro que escribo la mayor parte de forma digital, pero tomar notas es algo que hago manualmente y a la vieja usanza).

 

En estos nuevos "trucos" que uso para automotivarme a usar más mi cuaderno, mi tiempo, mi estudio, redescubrí algo que aparece cuando dejamos de lado un buen rato nuestro celular, y respiramos. Algo que no es un truco, sino un espacio calmo parecido al de la cinta de un casette virgen, circulando con su sonido silencioso.

 

Ahí puedo imprimir mis palabras, unir ideas, entablar conversaciones conmigo misma que dejan de ser errantes, neuróticas o dispersas: son conversaciones elegantes conmigo misma, donde me ordeno y me dispongo a la tarea, donde pienso más en seguir, con esas palabras, manteniendo ese espacio limpio, o bien eligiendo sabiamente las cosas que quiero dejar entrar allí.

 

-----

Pero también, dejar espacios vacíos donde puedo simplemente mirar por la ventana, me mantienen en esa "concentración desconcentrada", donde puedo ser yo, donde no soy "yo para otros", sino, lisa y llanamente, una persona mirando por la ventana, una persona a la que tal vez se le ocurra una nueva idea, porque está creando el espacio para que eso suceda.

 

Dijo Einstein: "La mente intuitiva es un regalo del cielo y la mente racional es un sirviente fiel. Hemos creado una sociedad que rinde homenaje al sirviente y se olvida del regalo".

 

Hace poco, pensando en cómo hace tiempo me cuesta leer libros largos (y más aún, escribir uno), encontré este fragmento de un artículo que habla de cómo el uso excesivo de internet y redes sociales está afectando nuestra capacidad de concentración:

 

Es posible que pierdas la capacidad de leer libros largos o que incluso te cueste resolver problemas complicados. También es posible que las conversaciones con tus amigos pierdan calidad porque supondrá un esfuerzo profundizar en un único tema.

La necesidad constante de estimulación y gratificación inmediata puede conducir a una disminución de la paciencia y la persistencia, lo que dificulta la consecución de objetivos a largo plazo. Y también existe el riesgo de que aumenten los niveles de ansiedad y estrés, ya que la incapacidad para desconectar puede dificultar la relajación y los procesos mentales reconstituyentes, contribuyendo a un ciclo de compromiso mental constante y agotamiento.

 


La atención es compromiso mental. Y pienso que, en ese "compromiso mental" que nos demandan las redes sociales, estamos dando muchísimo a cambio de muy poco. Nuestro ciclo de recompensas de dopamina son leves chispas encendidas por contenido basura. Lo que voy a decir es sumamente personal, pero al final del día, muchas veces siento que escribir un artículo entero sin estar viendo el celular o el mail, o leer durante una hora ininterrumpidamente se volvieron verdaderos logros. Estoy batallando por recuperar mi atención, en un mundo donde los dispositivos se pelean por ella.

 

¿Por qué es tan importante la concentración? No tiene que ver solamente con que nos permite cumplir objetivos personales, sociales; pequeños o inmensos. La concentración nos permite estar en nosotros mismos.

Cuando estoy con-centrada, estoy en mí. Estoy dando esa energía de Emilia a una conversación, a la escritura de un párrafo, a observar los tonos otoñales en el parque, a escuchar atentamente todo el disco Heathen Chemistry una vez más.


Fabrico más de mí misma, y doy esa energía de mí. Estoy presente para lo que estoy viviendo o haciendo en un momento determinado. Y, en esa presencia elegida y voluntaria, en ese compromiso mental que asumo deliberadamente, soy más yo misma. Estoy siendo yo, en relación con algo, sumamente presente. Soy más yo misma que nunca.

 

 

 

Abrazos,

 

 

Emilia.


2 comentarios:

  1. Mi querida EMY, para una dispersa de nacimiento como yo, hablar de concentración es hablar de esfuerzo constante por no irme del instante ...y es cierto q da pena cómo desde todos los aparatos a los q estamos conectados incluso se si estimula a los bebés con dubus q cambian a cada segundo de imagen volviéndolos adictos y desatentos desde la cuna...No sé cómo serán las generaciones futuras pero asusta el panorama ..claro , q bien pensado todo está tan revuelto q a lo mejor el futuro nos fulmina a todos y no hay futuro jajaja noooo... sí , sí q lo hay mientras siga habiendo personas q como tú escribe en cuadernillos y se queda ensimismada frente a la ventana como yo ahora mismo leyéndote ...Graaaacias !
    un besazo !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida EMY , Cuando se acerque la fecha de tu viaje , por favor , indícame la duración de tu estancia y por donde piensas estar , ojalá pudiera acercarme hasta donde estés o tú hasta donde estoy yo y vernos si nos coinciden las fechas , porque tb yo estaré de vacaciones en agosto ...Me cuentas y vemos , un besazo !

      Eliminar

Sea brutalmente honesto.