Hay dos cosas que me encantaron de esta película con gusto a tarta de arándanos, pasada la medianoche en un bar inglés: las tomas fotográficas, y la música. Desde el punto de vista actoral, llama la atención el debut de la cantante Norah Jones, para nada desdeñable (pero tampoco remarcable). Sin embargo, su canción “The Story” con la cual comienza este largometraje, con un primerísimo primer plano de alguna cosa rica que no se entiende bien que es… hasta que después ¡obviamente se sabe! nos enganchan desde el principio.
A veces no es necesario moverse a ningún lado en busca de lo que necesitamos. Pero cuando nos vamos, y después volvemos, descubrimos que aquello estuvo siempre ahí, y que estaba para nosotros. Como esa porción de pastel que nadie más quiso probar.
Hermosa película.
ResponderEliminarGran blog.
Te sigo, por supuesto.